Si te sientes cansado a mediodía, si llegas con mucho hambre al almuerzo o si después de tres tazas de café sigues sin despertarte, lo más probable es que estés consumiendo algunos de estos diez alimentos en el desayuno, detallados por ‘Cosmopolitan’.
“No pasa nada porque me tome esa barrita de cereales para desayunar” o “este zumo supersano me va a dar mucha energía para toda la jornada” son algunas de las frases que nos decimos a la hora de tomar la primera comida del día. Creemos que lo hacemos bien, pero no. Y todo ello porque nadie nos lo ha explicado… hasta ahora. Hay ciertos alimentos que no se pueden comer nada más despertarnos. No solo para no engordar, sino para mantener una correcta energía desde que sale el sol hasta que se pone
1. Panquecas
Las panquecas contienen carbohidratos refinados, y si le añades miel de mala calidad o algún sirope, el azúcar se multiplica. Son calorías vacías que solo te van a provocar un chute de insulina, para pasadas unas horas tener un bajón impresionante. El cuerpo te pedirá más azúcar, y te verás obligado a consumir alimentos similares para poder aguantar la jornada.
Esto no significa que no puedas comerlas de vez en cuando (algún domingo), ya que no tienen demasiadas calorías. Para que te hagas una idea, una tortita de tamaño normal tiene unas 150 calorías, y suele ir acompañada de 20 gramos de nata o sirope (70 calorías). Si las haces tú mismo de forma natural, mucho mejor.
2. Cereales bajos en fibra
Escoger unos cereales es tarea complicada. En el súper hay baldas repletas de ellos. Y todos los destinados a adultos parecen una buena opción. Pues hemos de decirte que no es así.
Por muy integrales que sean, y por mucha fruta que lleven, no los debes tomar en el desayuno, ya que están colmados de azúcar y son bajos en fibra. Esto te hará sentir lleno nada más comerlos, pero tendrás hambre al poco tiempo. Y picotearás…
¿Lo mejor? Elige unos con mucha fibra y con alto contenido en vitaminas. Te sentirás saciado durante horas y comerás menos a lo largo de la jornada.
3. Yogur light
A simple vista parece recomendable, pero no siempre lo es. Los yogures envasados, vendidos como ‘light’, son bajos en calorías pero muy ricos en edulcorantes artificiales y productos químicos. En su lugar, elige un yogur griego bajo en grasa. La proteína te hará sentir lleno durante más tiempo, y evitarás ingerir azúcar añadido.
Este yogur se elabora al filtrar el suero de la leche y otros líquidos de la cuajada, lo que produce un alimentocremoso, con una mayor concentración de grasas y proteínas que su variedad convencional y menos carbohidratos. Incrementa la presencia de hormonas que promueven la sensación de saciedad, como la PYY y la GLP-1. Muchos de ellos son además ricos en probióticos, que ayudan a fortalecer nuestra flora intestinal.
4. Batidos prefabricados
Te tomas un batido de frutas, envasado, y piensas que lo estás haciendo genial. Pues no, amigo. Si lees los ingredientes, alucinarás. La mayoría contienen nata o leche entera, por lo que más que un batido es un chute de lácteos disfrazado.
En su lugar, opta por comer fruta cruda. Si no te gusta masticar por las mañanas, trocéala y métela en labatidora con un yogur griego. ¡100% saludable!
5. Bagels
Hace tiempo que no consumes pan blanco por aquello de que no es sano. Y en su lugar le has empezado a dar a los bagels, pensando que es mucho más sano. Pues hemos de decirte que un solo bagel es equivalente a cuatro (o más) rebanadas de pan blanco. La sobrecarga de hidratos de carbono que te estás metiendo en el cuerpo es importante.
No obstante, eso no quiere decir que tengas que renunciar a ellos por completo. Puedes escogerlos de grano entero y poner en la parte superior aguacate o mantequilla de maní, ambos tienen proteínas y grasas saludables que te ayudarán a mantenerte lleno y con energía durante horas.
6. Barritas de cereales
Eres de los que se levanta y sale rápido de casa. O de los que siempre se quedan sin tiempo para desayunar como dios manda. Entonces, con toda tu buena fe coges una barrita de cereales y te la vascomiendo de camino al trabajo. Está mal, que lo sepas.
La mayoría de barritas, aunque prometan ser muy saludables, están llenas de azúcar y productos químicos, que te provocarán un pico de insulina destacable nada más comenzar la jornada. Es como si te comieses una barra de chocolate. De hecho, si observas la composición nutricional de ambas, hay pocas diferencias.
7. Zumos
Desayunar un zumo no es malo, pero sí si solo consumes eso. Si no tomas suficiente proteína por la mañana, te morirás de hambre a media mañana. El jugo de frutas está genial si lo combinas con otro alimento proteico que compense los hidratos y el azúcar de este.
Eso sí, no lo tomes todos los días. Un estudio publicado en ‘Diabetes and Endocrinology’ aseguraba que el consumo frecuente de esta bebida puede favorecer la aparición de enfermedades como la diabetes de tipo 2, problemas cardiovasculares y obesidad, en cuanto que provoca que se disparen los niveles de azúcar en la sangre en un nivel semejante que el de otras bebidas azucaradas.
8. Granola
En el extenso mundo de los cereales, la granola es la reina. Puede parecer la opción más saludable, pero no es así. Es muy alta en calorías, tiene mucho azúcar añadido y poca proteína. Todo ello hace que tu nivel de azúzar en sangre se bloquee. En su lugar, echa mano de un yogur natural con frutos secos crudos.
9. Sándwich
Los que se toman un sándwich van apretados de tiempo cada mañana, o desayunas varias horas después de levantarse. Se lo hacen o lo compran, y lo toman de camino al trabajo, en el coche o ya delante del ordenador.
Aunque puede parecer una buena opción, no lo es tanto. A menudo está cargado de grasas, fritos, procesados y de carbohidratos refinados que no tienen ni un poco de fibra. Mejor evítalos a primera hora de la mañana, pues harán que vayas todo el día a trancas y barrancas.
10. Donas
Acabamos la lista con las donas. Ya sea un donut, un danés o un croissant, no debes tomarlos en el desayuno. Están repletos de harina blanca refinada y contienen una gran cantidad de azúcar