Vecinos de Guarico, municipio Morán, están consternados por la muerte este viernes de una niña de tres años en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga de Barquisimeto, donde recibió atención médica tras recibir una golpiza, presuntamente, por parte de su padrastro. Así lo reseña elimpulso.com
Cuando llegó al centro asistencial, el personal la atendió inmediatamente y notaron síntomas de debilidad: estaba un poco delgada y con ojos hundidos como si no hubiese sido alimentada en su momento.
Aunque eso no fue lo único que observaron quienes atendieron a la pequeña. Vieron con preocupación los numerosos hematomas en diversas partes del cuerpo y otros signos que los llevaron a concluir que se trataba del síndrome de niño maltratado. En ese momento, presumieron que pudo ser un homicidio.
Días de maltrato y dolor
Elena Coromoto Gil, de 28 años de edad, es una mujer morena, de baja estatura, bastante delgada y con un tono de voz muy bajo. Nació y se crió en el campo.
Ella es madre de cinco muchachos, la mayor de 8 años de edad y una menor de un año.
La dama tuvo una aventura con Joel Antonio Yépez, un hombre de 41 años, mucho mayor que ella y fruto de esa relación nació su primera hija. En ese entonces, Yépez y Gil tomaron rumbos distintos, cada quien continuó su vida porque él tenía pareja.
Pasaron los años y la compañera sentimental de Yépez decidió dejarlo porque este la maltrataba. El hombre, quien es agricultor, comenzó a enamorar a Gil nuevamente. Duró tres meses en ello, presentándose como un “alma de Dios”, dijo la mujer. Ella ya tenía cuatro hijos, una última en su vientre, la cual había sido engendrada por este mismo hombre.
Luego de esos tres meses comenzaron a vivir juntos; como su última hija estaba a punto de nacer consideró bueno tener junto a ella al padre de la criatura, hoy en día ya había pasado un año de convivencia.
Gil asegura que todo al principio fue bastante bien, vivían en casa de la madre de ella por el Cementerio de Guarico y con sus niños. Pasaron dos meses de convivencia y Yépez comenzó a tornarse agresivo.
No le gustaba que su esposa saliera, se ponía furioso y en ocasiones la empujaba, tomaba de su pelo halándola y hasta llegó a darle con el puño cerrado.
Comentó una vecina que la cara le quedaba hinchada y toda moreteada de las “palizas” que le daba.
Les pegaba a sus hijos
Con voz entrecortada y con ganas de llorar, Gil relató una situación muy desgarradora: así como la maltrataba a ella también lo hacía con sus hijos. La niña de ocho años recibía golpes con frecuencia y hace dos meses le ocurrió lo mismo a su pequeña de un año, hasta tal punto que le fracturó una de sus piernitas.
Todos los hijos de la mujer eran maltratados hasta los tres que no eran de él, pero Yépez la tenía “agarrada” con una en especial y era la cuarta de los cinco hijos de la dama.
La pequeña de tres años no podía pasar frente a sus ojos porque le soltaba un golpe. La mandaba a acostar a punta de “palo” y a veces la veía tranquila jugando y porque le provocaba le pegaba, explicaba la mamá de la pequeña. Así mismo dijo que a la bebé sí le daba con el puño cerrado y en su mayoría de veces por el abdomen.
La madre de la pequeña aseguró que ella las defendía y trataba de evitarlo y últimamente procuraba no dejar a los hijos solos. Según ella muchas de las cosas pasaban en su ausencia.
Noche dramática
El miércoles, la mujer salió cayendo la noche a comprar una masa para hacer unas arepas y cuando llegó consiguió a la niña llorando: la había golpeado, no supo si fue con sus propios puños, pero luego de ello la notó tranquila.
Estuvo jugando todo el jueves, pero a las 7 p.m. comenzó a vomitar y evacuar en gran cantidad. Fue trasladada hasta el centro asistencial de la zona montañosa, pero la niña estaba deshidratada y en dicho lugar no habían insumos como atenderla.
El padre biológico de la niña al saber que estaba enferma fue quien se ocupó de trasladarla hasta el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, en donde estuvo hospitalizada y en horas de la madrugada falleció.
Una vez que le observaron el síndrome de niño maltratado, fue el propio padre quien comenzó a sospechar del padrastro de la pequeña.
Gil detalló en las afueras de la morgue que en la mañana su pareja le preguntó por la niña y cuando ella le dijo que había muerto, este se molestó, se alteró. ¿Cómo vamos hacer?, “Dígame que no tenemos nada de plata”, fueron las palabras de Yépez.
Luego de esto salió con la excusa de que iba a cobrar y de este modo buscar dinero para todos los gastos, pero desde ese momento se perdió, no supieron más de él.
Miembros de la comunidad se sienten consternados por lo sucedido.
Era amenazada
Gil asegura que su pareja siempre la amenazaba; le decía que si lo llegase a denunciar este la mataría y como ella sabe que la policía del pueblo no hace nada calló.
En fase de investigación
Funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cicpc Lara se activaron de inmediato y se trasladaron a la morgue para realizar la inspección al cadáver de la pequeña. En horas de la tarde le realizaron la autopsia a la pequeña y la causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico cerrado, se determinó que la niña fue asesinada.
La mujer fue trasladada hasta la sede del cuerpo detectivesco. Trascendió que hasta horas de la tarde continuaba siendo interrogada por el suceso.
Por Karina Peraza Rodríguez (foto Iván Piña)